martes, 5 de marzo de 2013

SOY TAEKWONDISTA Y CUMPLO ESTAS NORMAS


Son varios los motivos por los que últimamente el recuerdo de esos años de dedicación y entrenamiento se hacen cada vez más presentes. Pero sin lugar a dudas ver a mi hermano en televisión realizando aquello con lo que tanto he disfrutado ha despertado en mí una disparidad de sentimientos entre los que destacan la nostalgia y el orgullo. Un bombardeo de sensaciones e imágenes que vuelan a través de los años y provocan que se acelere mi pulso. Y me descubro feliz, feliz por recobrar esos sentimientos que todo deportista ha sentido en tantas ocasiones.


Permitidme que, antes de empezar, me centre en un momento, permitidme que sea mi hermano el protagonista de tal, pero no pude evitar que un escalofrío me recorriera al verlo. Esta imagen para mí evoca la perfecta conexión entre cuerpo y mente, el estado de no-acción (o wu wei en kung-fu) en el que el individuo es uno consigo mismo y con el entorno y fluye a través de ese momento. Esas sensaciones en las que no hay nada ni nadie más que tú y ese instante y tu cuerpo se deja llevar porque sabe que es lo que tiene que hacer. ¡Qué maravilla!


Pero no es de lo que quiero hablar hoy, sino acerca de todos aquellos valores que nos brinda el deporte, a mí particularmente el taekwondo, y que sin duda han sido una realidad conformadora de lo que viene siendo la persona en la que me convierto día a día.

Os confieso que recuerdo perfectamente esos momentos en los que saludábamos a la bandera, perfectamente ordenados y proclamábamos voz en grito lo que para nosotros eran los axiomas irrefutables de nuestro gimnasio, el grandísimo Gimnasio Kang, y deporte. Nosotros somos Taekwondistas y cumplimos estas “normas”:

1º Ante todo ser responsable.
2º Con paciencia se consigue todo.
3º Primero la obligación después la devoción.
4º Tener amor y ser leal a mi país.
5º Tener obediencia a mis padres.
6º Estudiar mucho.
7º Respetar a los mayores.
8º Terminar siempre lo que se empieza.
9º Ser fiel con los amigos.
10º Teniendo salud puedo hacer lo que me proponga:

·         Seguir un camino correcto.
·         Ser valiente y fuerte.
·         Deshacerme de las cosas malas.
·         Ayudar al débil.
·         Tener respeto a mi maestro ya que lo será para siempre.

Son toda una declaración de intenciones y una muestra de todos aquellos valores que el deporte transmite a sus practicantes. Esos años de entrenamiento moldearon mi forma de ser hasta tal punto que llegado el momento supe que yo debía dedicarme al deporte, no sólo por gusto sino  por gratitud, para poder devolver a alguien todo aquello que el deporte me proporciono.

Porque el deporte nos enseña que cada minuto de entrenamiento cuenta, que hay que mirar hacia delante pues los triunfos de ayer hoy ya no sirven, que fallar es parte de nuestra vida pero lo importante es reponernos y seguir trabajando en busca de tu objetivo. Que cómo nos dice Xesco Espar: "el éxito se atrae por la persona en la que te conviertes día a día". Porque el deporte no sólo conlleva una transformación física, sino que es un todo con tu mente y tu corazón.

Ayer me sorprendió la incredulidad del jurado ante las muestras de respeto que como alumnos hemos  de profesar a nuestro maestro. Pero no me cabe duda que esa situación es fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. No estamos atravesando sólo una crisis económica, sino que también atravesamos por una crisis de valores, para mí, aún más preocupante. La desesperación, victimismo, conformismo, apatía, etc. son tan comunes hoy en día que los hemos aceptado cómo válidos olvidando que lo principal es creer en uno mismo, tener claro tu objetivo y ser el mejor tú que puedas llegar a ser.

Casualmente los niveles de obesidad infantiles aumentan exponencial y alarmantemente, así cómo descienden las actividades deportivas en chicos adolescentes. Y a la vez, nos quejamos de que en los institutos y escuelas los chicos son más díscolos y arrogantes, que ya no respetan a los demás. Obviar que ambas situaciones están entrelazadas es un error, así cómo obviar el deporte en su papel educativo.

Pep Guardiola, en una entrevista con Trueba para una campaña de anuncios del Banco Sabadell, comentaba: “La herramienta más educativa que he tenido ha sido a través del deporte. Ahí he aprendido a aceptar la derrota, aprender que otro es mejor, a levantarme después de no haber hecho bien las cosas, esforzarme para hacerlo mejor, de que mi compañero es mejor que yo, de que el que manda diga hoy no juegas, hoy has sido maleducado, por tanto, no vas a participar. Todo esto me lo ha dado el deporte, ha sido mi educación”.

Por eso estaré siempre agradecido al deporte, por eso quise dirigir mi camino hacia él, pues  desde pequeño ha sido mi educación, ha modelado la persona en la que estoy orgulloso de haberme convertido y parafraseando a Del Bosque me veo en la necesidad de protegerlo, de cuidarlo y mimarlo, para poder ejercer mi profesión trasladando la mejor ética y conducta.

El deporte ha sido mi maestro y he de respetarlo, ya que lo será para siempre

¡Qué la fuerza os acompañe!

Pablo E. Roig Fernández

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